Endibias : un alimento sencillo y sano de preparar



Esta hortaliza está disponible en el mercado durante todo el año, por lo que no hay excusas para descubrir su sabor y experimentar con ella en la cocina.


La endibia pertenece a la familia de las Asteráceas, nombre que deriva de la palabra griega Aster (estrella) y se caracteriza por estar compuesta de cientos, incluso miles, de diminutas flores como en el caso del girasol.
En esta especie también se incluyen otras hortalizas de hoja como la achicoria, la lechuga
y la escarola: Se calcula que existen unas 20.000 especies, de las cuales muy pocas se cultivan.

Su peculiar sabor permite, de igual forma, combinarlo con gran variedad de alimentos frescos: tomates, espárragos o pimientos, entre otras. Los más arriesgados pueden probar a combinarlas con gulas, palitos de cangrejo o con salsa de queso con anchoas. También le van muy bien los frutos secos y salsas como
la tártara o la mayonesa.

Otro modo de degustar las endibias es cociéndolas y consumirlas como si fueran espárragos, es decir, aliñadas con una vinagreta o con un poco de mayonesa.

El mejor indicativo de frescura es su color blanco, exceptuando las puntas de sus hojas que presentaran una tonalidad verde suave y brillante. Se aconseja consumirlas lo antes posible, aunque pueden conservarse en el frigorífico de cinco a siete días dentro de una bolsa de plástico perforada.




Origen 


Fueron los egipcios y, más tarde, los griegos y ro manos los primeros consumidores de endibias. Se cree que proliferó de manera silvestre en la zona mediterránea, pero no fue hasta el siglo XIX cuando adquirió sus características actuales. En un pueblo cercano a Bruselas (Evere), un botánico observó que raíces de achicoria que estaban cubiertas con tierra, daban como resultado unos brotes tiernos y blancos A partir de ese preciso momento esta variedad pasó a denominarse "endibia de Bruselas" o "Witloof' actualmente se cultiva en muchos mas países siempre cuando se den las condiciones climáticas adecuadas. Francia y Holanda son grandes productores.





Tipos y conservación



La endibia se clasifica según el método de cultivo que se utilice para su producción. De esta forma encontramos las endibias de "cultivo forzado", que se producen en los meses de invierno manteniendo los cogollos en oscuridad y dando lugar a un alimento compacto y alargado. Por otra parte, están las endibias de "cultivo no forzado", que se recolectan en otoño y no necesitan ser blanqueadas. También existe la endibia de color rojo, resultado de combinar achicoria con achicoria roja (durante la cocción esta tonalidad desaparece). A la hora de seleccionar una variedad u otra, se recomienda escoger los ejemplares limpios, sin manchas verdes, oscuras u hojas arrugadas o lacias.




Buenas para la salud



 Su composición es muy rica en agua y muy escasa en hidratos de carbono, proteínas y. grasas, Además, destaca su índice en fibra que la hace adecuada para las dietas de adelgazamiento. En esta hortaliza también se encuentran vitaminas y minerales imprescindibles para el organismo.


Destacan las del grupo A, C y E, y minerales como el potasio, el calcio, el fósforo, el yodo y el hierro. Gracias a la presencia de potasio y su escasez de sodio, poseen una acción diurética que favorece la eliminación de líquidos en el organismo. Son beneficiosas, de igual forma, en caso de hipertensión, gota, cálculos renales y retención de líquidos. EI aumento en la producción de orina ayuda a eliminar sustancias de desecho disueltas en ella como el ácido úrico.



Como consumirlas

Para reducir su amargor se recomienda pasarlas por el agua del grifo y secarlas con papel de cocina. Después se corta la base del troncho y se separan sus hojas a no ser que se vaya a consumir la endibia entera.
 En el caso de tomarlas crudas, es preferible no cortar ni separar sus hojas hasta el momento de su consumo porque de lo contrario, y con el contacto del aire, se tienden a oscurecer. Y para aprovechar mucho mejor su valor nutritivo, lo mejor es tomarlas crudas, aunque también es un alimento que puede prepararse cocido, asado, a la brasa o, incluso, frito.




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